Los libros de la buena memoria

El vino entibia, 
sueños al jadear,
desde su boca, 
de verdeado dulzor,

y entre los libros, 
de la buena memoria, 
se queda oyendo, 
como un ciego frente al mar,

Mi voz le llegará, 
mi boca también,
tal vez le confiaré, 
que eras el vestigio del futuro,

Rojas y verdes, 
luces del amor prestidigitan, 
bajo un halo de rouge,
que sombra extraña, 
te ocultó de mi guiño
que nunca oíste, 
la hojarasca crepitar,

Pues yo te escribiré, yo te haré llorar, 
mi boca besará, 
toda la ternura de tu acuario

Más si la luna, 
enrojeciera en sed, 
o las impalas, 
recorrieran tu estanque,
no volverías, 
a triunfar en tu alma,
yo sé que harías, largos viajes por llegar,

Parado estoy aquí, esperándote,
todo se oscureció, 
ya no sé si el mar descansará, 

Habrá crecido un tallo en el nogal, 
la luz habrá tiznado gente sin fe,
y esta botella, 
se ha vaciado también,
que ni los sueños, 
se cobijan del rubor,

Licor no vuelvas ya, 
deja de reír,
no es necesario más, 
ya se ven los tigres en la lluvia.

21/6

La concha de la lora, estoy tan seca de mente que no puedo ni escribir, no puedo expresar cuanto te extraño, no lo puedo describir. Estoy tan seca de alma que ya no siento ganas de ir a caminar. Estoy tan seca de cabeza que no te puedo dejar de pensar. Tan seca de palabras que ya ni hablo con la gente, con mi familia o amigos, NI SIQUIERA LES HABLO DE VOS. Tan seca de corazón que ni siquiera siento emoción al ver a mi equipo campeón. Tan seca de amor que cada vez me lastimo más.

De lo único que no me seque es de pensar, pero pensar en lo que paso, en lo que era, en lo que fue. Y pensar hace que me seque de todas estas cosas mencionadas, sin que yo pueda hacer nada, para poder pararlas.

Para pararlas necesito una cosa, una sola, una de las mas difíciles.

El perdón.

Pero no señores, no el suyo como muchos deben de pensar, si no el mio.

1

Viejas adicciones me chocan, cual viento a la popa

Y no me puedo controlar, ni gritar

Y la euforia corre por mis venas

Y mi corazón bombea rápido la sangre que se esparce por el suelo

Sin remordimiento, aliviada me siento

Por calmar las ansias que mataban mi pecho

Pero siento dolor, que al poco tiempo mis neuronas interpretan como placer

Y así me duermo, extasiada en un vaivén de dolor/placer en mi cuerpo